Bienvenidxs a la Máquina de los sueños.
En el espacio escénico hay una banda y una cabina telefónica surreal. Con teléfonos actuales y vintage, teléfonos por todas partes que suenan para darnos una noticia, para contarnos sueños alrededor del mundo, para traernos recuerdos de la infancia. Una comunicación directa con el subconsciente a través del riiiiing.
La música suena, a veces lenta y a veces asfixiante, como si todo lo que nos atraviesa el cuerpo pudiera tener un sentido. En encierro, las ganas de llorar y no poder, la impotencia, la negación, la necesidad de acudir a los recuerdos. La banda suena mientras suena el teléfono y nos dicen que hay alguien que se está muriendo en un hospital pero que estamos aisladxs y no podemos ir a verle. La banda suena en ese momento en el que no podemos hacer nada más que estar en casa y tratar de ponerle algo a ese sentir, una palabra, un movimiento, un sonido…
“Basado en el monólogo del autor Matin Soofipour Omam, que habla sobre el proceso de duelo al dormir, tres músicos y una actriz viajarán a través del inconsciente. En el escape de un mensaje doloroso, se van sumergiendo cada vez más en sus propias mentes, un espacio que resulta familiar a cualquiera que sepa soñar, ya sea con ser perseguido por un animal malvado o perder a alguien a quien se teme perder”, dicen en la sinopsis.
¿Qué revelan los sueños sobre nosotros? ¿Qué pasa con nuestros sueños si una crisis global interrumpe la realidad y la pone patas arriba? ¿Compartir sueños puede servir como “moneda de cuidado” creando nuevas conexiones entre personas, cuando los cuerpos deben permanecer físicamente distanciados?
La potencia está en la combinación musical, la performance, la interpretación y el archivo. Podemos reconocernos en sueños, en esas noticias que tuvimos que recibir solxs, sin poder hacer nada y con el cuerpo encerrado, en el miedo a la pérdida, el duelo, la sensación de qué hay algo en nosotrxs que tiene que dejar el cuerpo, estallar, salir a correr, teñirse de luces, de sonidos y colores, antes de volver y seguir adelante. Una banda sonora y lumínica en nuestra cabeza.
Y esas luces llegan al final trayendo un poco de paz, luz artesanal que hace poco pero también envuelve y ocupa espacios vacíos. Que ilumina con una linterna cada uno de esos teléfonos, de esos rincones, de los intérpretes, pero también que hace espejo y nos ilumina como lluvia de estrellas desde distinta perspectivas. Y es hermoso.
Ficha artística
Dirección y concepto: Anke Retzlaff | Con textos de: Matin Soofipour Omam | Performance y música: Anke Retzlaff, Jo Beyer (percusión), Lukas Schäfer (sintetizador) y Peter Florian Berndt (samples) | Co-director y visión externa: Paul Jumin Hoffmann | Diseño escénico: Karolina Wyderka y Marie Gimpel | Diseño de vestuario: Karolina Wyderka | Diseño lumínico: Philippe Waldecker, Jörg Paschen | Dirección técnica: Philippe Waldecker | Sonido: Sebastian Tarcan | Dramaturgia: Katharina Rösch | Asociado artístico: Caspar Weimann | Cabina telefónica: Philippe Waldecker, Karolina Wyderka y Marco Schretter | Asistente de dirección: Jan-Moritz Hoffmann | Producción: Fabian Rosonsky.
Fotos Thomas Rabsch
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