top of page
Buscar
  • Foto del escritorEscénicas Fsoc

Caranchos. Por María Florencia Barrientos


La soledad y el miedo que conllevan quedan vívidos tras la experiencia de

Caranchos, obra patagónica del grupo teatral Con Marca Andina.

El espectador ingresa a la sala y se sumerge al instante en ese viento árido que

caracteriza a la estepa del sur de nuestro país, mediante el sonido de los vestuarios de

los protagonistas, que se mecen pendulantemente por el aire, rítmicamente, en medio de

penumbras. El lugar de abandono en medio de un terreno llano e inhóspito es palpable.

El bombo ejecutado por uno de los actores, que además de señalar ese desierto árido y

desprotegido, hace que la soledad retumbe en los oídos, al escuchar con claridad cada

golpeteo sobre la membrana del mentado instrumento.

A punto de amalgamarse con el paisaje, la música ejecutada desde el propio

escenario da por momentos unas tonaditas de humor que hace que la escena presentada

parezca cómica, aunque el contexto en el cual están enmarcados los personajes es

desolador. La angustia es expresamente dicha a través de las voces cantadas de los

artistas, lastimeras, sollozantes. El abandono en el lugar inhóspito es claramente captado

por el espectador por las voces de vocales alargadas por momentos, cuando los cuerpos

danzan como al compás del viento, es decir, en una especie de remolino mezclado con

arena y el viento seco, asfixiante.

Los sonidos abstractos que brinda la guitarra eléctrica marcan con precisión la

llegada de los caranchos, viéndolos tras este acto y del juego de luces claramente

sobrevolar por el cielo. El terror de los abandonados allí es compartido por la audiencia,

ya que estas aves rapaces ocultan el sol y van de aquí para allí, atentos a la próxima

comida que cada vez parece más cercana en el tiempo.

Las transiciones se dan ora con los cambios rítmicos de la guitarra eléctrica, ora

con el cambio melódico de las voces de los artistas, y atraviesan al espectador por

diferentes estados anímicos, pero en el mismo paisaje, en el de la desolación.

Una obra apta para todo público, debido a que está llena de imágenes poéticas de

gran belleza, gracias a las voces, los cuerpos de los artistas, y al estilo de manejo de las

luces y sonidos. Una obra que dependiendo de la edad del espectador, lo arma con

distintas herramientas para afrontar a aquello que considera desierto.

Ficha técnica.

Actúan: Cristian de Campo Morais, Gabriel Azzi, Virginia Bernasconi

Asistencia escénica: Lila Cuccurullo

Diseño y operación lumínica: Braian Mustafá, Martín Herczog

Vestuarios: María Laura Toledo

Asesoramiento musical: Anahí del Valle Pereyra


Este texto fue producido en el marco de la materia Crítica de las artes escénicas. UNRN. Sede Andina 2023.

33 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page