“Era en contra de mis principios, pero creo que los principios no tienen verdadera fuerza, excepto cuando uno está bien alimentado…” eso dice el personaje Adán de Mark Twain cuando finalmente accede a comer las famosas manzanas. Los diarios escritos por el autor estadounidense son fuente de inspiración ( hipotexto para ser más específica) de esta propuesta dramatúrgica de Alejandro Maci.
Pero claro, ha pasado mucha agua bajo todos los puentes y de ningún modo se puede representar la relación hombre -mujer (ni siquiera ficcional) como se hizo en el recién nacido siglo XX, entonces, Maci mantiene el juego de repartir la palabra, de construir posiciones enunciativas como si no hubiera partenaire, pero lo discursivo se modifica en parte. ¿Por qué una modificación parcial? Porque se mantiene algo del tono, el humor, la queja, la ironía… las modalidades permanecen, se modifican algunos argumentos y se actualizan los tópicos en cuestión.
La puesta es despojada (una cita tal vez a otras puestas porteñas) con sendos asientos, atriles y micrófonos. Dos músicos debajo del escenario harán un trabajo de interacción dinámica y constante con los dos intérpretes, el propio Alejandro Maci y Teresa Costantini que además son los directores.
En una divertida interacción, un contrapunto aceitado y con un ritmo muy ágil, Alejandro Maci y Teresa Costantini nos llevan a recorrer una historia que cruza uno de los mitos más antiguos de occidente con planteos feministas. Más humor, más crítica en el inicio, más risas. A medida que el relato avanza, también avanzan otro tipo de planteos. Sin embargo, en ningún momento, se renuncia a la oscilación entre lo emotivo y lo racional, la apertura a reflexionar (ya se sabe que pocas herramientas críticas son tan potentes como la risa) y disfrutamos de dos personas que en el escenario construyen una articulación definitivamente armoniosa.
Y pido perdón pero quiero cerrar con una cita del texto de Twain que me sigue conmoviendo y que sintetiza, también, el final de Adán según Eva… aunque ya no sea el lugar del desencuentro: “Donde quiera que ella estaba, allí era el edén”
Libro: Alejandro Maci
Actúan:Teresa Costantini, Alejandro Maci
Músicos: Pol Medina, Fabián Picciano
Vestuario: Virginia Vega
Redes Sociales:
Fernando Cordeira
Diseño De Iluminación: David Seiras
Arte: Virginia Vega
Diseño gráfico: Gustavo Javier Ibarra
Asistencia de dirección: Silvana Sosto
Prensa: Raquel Flotta
Producción:
Asterisco Films, Buenos Aires Producciones, Pablo Terruzzi
Dirección: Teresa Costantini, Alejandro Maci
Comments